viernes, 27 de octubre de 2017

Umoja, el pueblo donde los hombres están prohibidos


Umoja, situado en el país africano de Kenia, fue fundado en 1990 por un grupo de 15 mujeres supervivientes de violaciones de soldados británicos. El número de habitantes de esta villa ha crecido desde entonces y hoy día acoge también a mujeres que huyen de matrimonios concertados, violencia doméstica, mutilación genital y abusos sexuales. Todas estas prácticas son habituales en la zona en la que se ubica Umoja, en Samburu, al norte de Kenia.

Rebecca Lolosoli es la fundadora de Umoja. Estaba en el hospital recuperándose de una paliza propinada por un grupo de hombres cuando se le ocurrió crear una comunidad solo para mujeres. La idea le vino porque los golpes que había recibido llegaron por haberse atrevido a hablar a favor de los derechos de las mujeres en su pueblo.
Actualmente son 47 mujeres y 200 niños en esta población. Aunque viven frugalmente, estas mujeres emprendedoras han conseguido ingresos que les permiten abastecerse. Las líderes de la comunidad gestionan un campamento donde los turistas suelen parar. Las mujeres cobran una modesta entrada y una vez dentro del pueblo los visitantes pueden comprar joyería realizada por ellas mismas.

La matriarca del pueblo, según explican a The Guardian, ha recibido repetidas amenazas y ataques por parte de hombres, pero ella no les da importancia porque han logrado sobrevivir durante 25 años.

En los pueblos cercanos a Umoja sigue existiendo cierta reticencia a esta comunidad. En una de esta localidades, Samuel, el hombre más anciano, relata a The Guardian, que «la mayoría de los hombres tienen tres o cuatro mujeres». «Ellas piensan que viven sin hombres, pero eso no es posible. Muchas de ellas acaban con hijos porque van a los pueblos de al lado y son seducidas por hombres», explica el hombre sobre las habitantes de Umoja.

Sin embargo, muchas de las mujeres de este pueblo han confesado que no pueden imaginarse volver a vivir con un hombre. Una de sus habitantes, Mary, de 34 años, que fue vendida a un hombre de 80 años cuando tenía 16 por un rebaño de vacas, comenta que «no dejaría esta comunidad. No tenemos mucho, pero tenemos todo lo que necesitamos».

Fuente: ABC

martes, 24 de octubre de 2017

Polémica en Portugal ante una sentencia que justifica la violencia machista por un adulterio

Varias pancartas contra la violencia machista en una manifestación en Madrid

"El adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre", dice un juez

"En la Biblia, podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte", asegura la sentencia

Una sentencia del tribunal de Relación de Oporto está generando gran polémica en Portugal porque utiliza el adulterio cometido por una mujer para justificar la violencia machista que sufrió a manos de su exmarido y su antiguo amante.

El fallo judicial -emitido el 11 de octubre y que ha salido ahora a a la luz- condena a los dos hombres a prisión, pero deja las penas en suspenso, por lo que este lunes fue muy criticado por asociaciones feministas y de juristas del país.

Las críticas se centran en los argumentos de que se vale el dictamen para disculpar la violencia sufrida por la mujer.

"El adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre. Existen sociedades en las que la mujer adúltera es lapidada hasta la muerte. En la Biblia, podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte", indica el juez.
Mentalidad "patriarcal y machista"

Según declaró a Efe la organización feminista Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta (UMAR), esta sentencia es una muestra de la mentalidad "patriarcal, machista y sexista" que todavía existe en parte de la sociedad portuguesa.

La portavoz de UMAR Elisabete Brasil señaló que el fallo "justifica y legitima la violencia doméstica en un marco conceptual que pone en cuestión la igualdad entre las personas", ya que defiende que "las mujeres deben tener un comportamiento diferente al que se ve normal en los hombres".
Fue incluso secuestrada

El caso se remonta al 2015, cuando una mujer fue agredida con una maza con clavos por su exmarido y su examante, con quienes ya había cortado la relación.

La mujer llegó a ser secuestrada por su antiguo amante, quien le reclamaba retomar la relación y que llamó a su exmarido para que la confrontasen de forma conjunta.

"Es casi una apología de la pena de muerte en caso de adulterio y responsabiliza a las mujeres por la violencia que reciben", criticó Brasil, quien lamentó que estos casos se den en Portugal, país que, a su juicio, tiene un marco legal sobre la violencia machista incluso como "vanguardista" en la Unión Europea.

Aunque reconoce que estas sentencias no son lo común en la justicia portuguesa, la portavoz de UMAR alegó que no es un caso aislado y recordó otras decisiones discriminatorias, como una en la que se justificaba que la sexualidad de la mujer perdía importancia a partir de los 50 años.

Fuente: El Períodico