sábado, 1 de septiembre de 2018

'Body positive': ¿de qué se trata?


Esta corriente o movimiento de cuerpos en positivo (traducción de "body positive") en el mundo de habla hispana se inicia a principios del 2007, momento en que nace Revista Belleza XL la primera revista en el mundo de habla hispana para el target o sector de tallas grandes, que dio de alguna forma el pistoletazo de salida para que se iniciara el debate en Hispanoamérica. Ya en Estados Unidos llevaba algún tiempo caminando y tomando fuerza este imparable movimiento que acapara más adeptos día con día, ahora hace presencia en Europa, con mucha fuerza.

Hace algunas semanas, hice una encuesta en redes sociales, preguntando a la gente si sabían qué era el movimiento de cuerpos en positivo o "body positive" y nadie supo contestar. Las únicas tres personas que respondieron algo, dijeron básicamente que era un movimiento para enaltecer a la gente de talla grande (específicamente las mujeres) y para nada se acerca a lo que es esto. Eso sí, la gordofobia no faltó, aquello de "...y no promover la obesidad" acompañan las respuestas, justificando como siempre con miedo la libertad de nuestros cuerpos.



Este movimiento que está inundando al mundo de un realismo necesario, se trata de visibilizar lo que se ha escondido y querido tapar por décadas: las realidades del cuerpo humano y del ser humano llámese orientación sexual, estrías, celulitis, acné, alopecia, pecas, baja estatura, sobrepeso, enfermedades, cicatrices etc. Y no satanizarlo más, con un lenguaje a mi gusto tan bajuno, llamándolo defectos, o con los diminutivos del caso, para que la ofensa se disimule y se tape el tema que realmente importa: todos los cuerpos son buenos cuerpos.

Se estima según estudios que hemos hecho, que el ser humano recibe un promedio de 21 horas de bombardeo entre medios de comunicación y publicidad, recalcándole sus "defectos", cómo debe "perfeccionarse", cómo no tiene que ser, resumiendo: odio por sí mismo y por los demás. 21 horas ¡Veintiún horas damas y caballeros! Grotesco, sumamente grotesco. ¿Cómo pretenden que la gente tenga buena autoestima, respete al prójimo y haga una vida equilibrada y sana desde sí mismos y su psique con este panorama? Es realmente un reto demasiado cuesta arriba.



Cuerpos en positivo o "body positive" lo que intenta en sus muchísimas expresiones, además de visibilizar lo que es normal, es normalizar. Es normal que exista gente de todas las complexiones físicas, de todas las alturas, que tenga acné, que se deprima y el ejemplo del caso que usted como lector quiera poner. Lo que no es normal es que me digan que tengo defectos, como si se tratara de un muñeco roto, o de que alguien me quiera hacer sentir menos por ser gorda, venezolana o cejona. Nunca lo podrá ser...

Me preocupa que gente se erija como autoridad, voceros o expertos en el tema, no los hay. No hay una entidad oficial como tal y allí es cuando viene el terrible intrusismo que tiene fastidiado todo. Tan fastidiado que en estos días escuché una mujer con sobrepeso, como yo, diciendo que era maravilloso este movimiento pero que había que rebajar. ¡AUXILIO!

Este movimiento se trata de que tomemos conciencia de cosas que hemos venido haciendo muy erróneamente, nuestro lenguaje por ejemplo, como cuando los "expertos" en moda sueltan barbaridades como "Tienes que tener un buen cuerpo para usar eso" y no hablemos de los programas de moda que son una oda al body shaming y fat shaming en toda su gloria.



Tratamos de tantas formas con desprecio a quien le falta un miembro, no son de nuestra raza, son más bajos, más gordos o simplemente se sale de nuestro escaso espectro nasal su manera de ser, nos desestabiliza y maltratamos. Arrastramos taras culturales y perpetuamos la violencia que se ha estado ejerciendo en nosotros una y otra vez, sin el menor remordimiento.

Quizá por ser el target de tallas grandes el más lacerado es quien más se ha sentido identificado con este movimiento, pero ciertamente, tengo que ser sumo responsable y delicada por mi posición, es por ello que quise desmenuzar el tema en mi blog. Esto no es para glorificar nada, esto es para normalizar y visibilizar lo que ha estado ahí y nos queremos negar a ver, este movimiento se trata de concientizar el respeto en el otro, luzca como luzca y sea quien sea, punto.

Si causa dolor, incomodidad y estigmas, no es positivo, no es humor, y no se debe decir o hacer.

¡Qué vivan todos los cuerpos, que son buenos cuerpos!

viernes, 31 de agosto de 2018

¿Sexismo en el tenis? Las reglas dispares para hombres y mujeres sobre su vestimenta

Los casos recientes de Serena Williams, censurada por el director de Roland Garros, y Alizé Cornet, apercibida por voltear su playera, levantan el debate.



El tenis fue el primer deporte profesional de gran escala que igualó los premios en torneos grandes para hombres y mujeres, pero ahora está en el ojo del huracán por las reglas de vestimenta.

El primer caso fue el de Serena Williams, quien recibió una prohibición por parte del director del Abierto de Francia para usar un traje especial que utilizó en el torneo, diseñado para mejorar la circulación sanguínea a causa del difícil parto que tuvo el año pasado e inspirado en el éxito del cómic y del cine Black Panther.

"Creo que a veces hemos llegado muy lejos. El conjunto de Serena de este año, por ejemplo, no será aceptado más. Hace falta respetar el juego y el lugar", expresó Bernard Giudicelli, director de la Federación Francesa de Tenis a la revista Tennis Magazine.

Giudicelli no ocultó que quiere hacer más estrictas las reglas de vestimenta de los tenistas, aunque, según dijo, sin llegar al nivel de Wimbledon, que exige el color blanco a todos sus participantes hasta en la ropa interior.

Serena Williams jugó con un traje sin falda en Roland Garros 2018.Crédito: AP
El polémico traje rompió la regla -no escrita hasta ahora- de la vestimenta con falda en el tenis femenino.

"Vivimos en 2018, el mundo es diferente", expresó Williams durante su participación en el pasado Abierto de Francia. "Es importante ser uno mismo, libre. Además, les recuerdo que mi ropa tiene una función curativa."

La estadounidense, sin embargo, no se quedó de brazos cruzados. Para el US Open, salió a la cancha en su partido de primera ronda con un traje negro y un tutú. Sí, un tutú. Y para el juego de este miércoles, repitió la fórmula, aunque en un tono morado tenue.

Serena Williams, durante su primer partido en el US Open 2018.Crédito: AP
El segundo caso fue el de la francesa Alizé Cornet, quien en su duelo de primera ronda del US Open fue amonestada por el juez de silla cuando tras un punto, pues se dio cuenta que traía la playera de juego volteada, se la quitó y la colocó de manera correcta.

Si bien el reglamento contempla que los tenistas puedan cambiarse la playera solo cuando estén en la banca, es decir, después de dos games o entre set y set, Cornet fue apercibida por "exhibicionismo".

Esto levantó una dura polémica entre aficionados al tenis, que han mostrado fotografías de figuras masculinas como Rafael Nadal y Novak Djokovic sin playera en sus descansos durante sus partidos.




Incluso la madre de Andy Murray, Judy, tomó partido por la tenista francesa, quizás el punto en el que el tema se hizo más popular en redes sociales.




La propia Cornet compareció este miércoles ante medios de comunicación y dijo que lo que le pasó a Williams es "10 mil veces peor" que lo que ocurrió con ella y reveló que la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA, por sus siglas en inglés) le ofreció disculpas.


"Bernard Giudicelli vive en otra época", agregó.

Fuente: Univisión

jueves, 12 de julio de 2018

"Si a Inglaterra le pegan una paliza, a ella también": la campaña que muestra la relación entre la violencia machista y el fútbol




  • Una campaña de publicidad británica ha puesto de relieve que los casos de violencia machista en Reino Unido aumentan cuando juega la selección inglesa
  • Según un estudio de la Universidad de Lancaster, cuando el equipo británico pierde un partido del Mundial los casos de violencia crecen hasta un 38%


Una campaña publicitaria en Reino Unido ha logrado en las últimas semanas la atención de miles de personas. Su imagen muestra la cara de una mujer a la que le sangra la nariz, fruto de una agresión. La sangre, sin embargo, está situada de tal forma que simula la bandera de Inglaterra. Debajo, en letra pequeña, se puede leer en inglés el siguiente eslogan: "Si a Inglaterra le pegan una paliza, a ella también". La frase, en la que se hace uso de juego de palabras, es una referencia directa al Mundial de Fútbol. Un torneo en el que la selección inglesa se juega el pase a la final ante Croacia este miércoles.

La campaña publicitaria -obra de la agencia londinense J. Walter Thompson para el Centro Nacional británico para la Violencia Doméstica- comenzó a divulgarse la semana pasada, justo el día en el que la selección inglesa ganó a Colombia en los octavos de final. El objetivo no es más que concienciar acerca de la violencia de género y la relación que tiene con el fútbol. Sí, con el fútbol. Y más concretamente, con los partidos del Mundial. 

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Lancaster publicado en 2013, durante los mundiales de 2002, 2006 y 2010, los casos de violencia machista aumentaron un 26% durante los partidos en los que jugaba la selección inglesa. Cuando el equipo británico perdía, los casos crecían hasta un 38%. 

"Al igual que los seguidores del fútbol en todo el mundo viven cada partido del mundial con tensión e inquietud, también lo hacen sus parejas", ha explicado Jo Wallace, una de las directoras creativas detrás de la campaña.

La iniciativa, titulada "Un juego no tan bonito", ha aparecido en periódicos, pósteres en pleno centro de Londres y redes sociales. "El aspecto menos conocido del fútbol está directamente relacionado con el objetivo de esta campaña", ha añadido Wallace, citada por el diario británico The Independent.

"Al ver esos datos, nuestro equipo creó casi de forma inmediata la campaña para intentar apoyar a las víctimas de violencia machista durante el Mundial de Rusia, que es cuando están más en riesgo", ha concluido. 

Debido al impacto que ha tenido la fotografía con la bandera de San Jorge, desde JWT han publicado más imágenes con la bandera de Francia o de Bélgica, con motivo de la semifinal que se jugó este martes y que dio la victoria al equipo galo.

Además del estudio de la universidad de Lancaster, estudios previos llevados a cabo por el Centro Nacional para la Violencia Doméstica, la Jefatura de la Policía Nacional británica y la BBC ya habían señalado la existencia de una relación entre los partidos de fútbol y la violencia doméstica. 

Fuente: El Diario.es

sábado, 7 de julio de 2018

‘Déjala trabajar’, el desesperado vídeo denuncia de las periodistas deportivas brasileñas




A través de la campaña contra el acoso, Deixa Ela Trabalhar, en español "déjala trabajar", cientos de periodistas deportivas de todo Brasil se han manifestado este martes en protesta a los abusos que han sufrido mientras realizan las labores de su profesión.

Acoso machista en el Mundial de Rusia 2018


Desgraciadamente, el acoso a las periodistas que realizan entrevistas a pie de calle está siendo uno de los temas más comentados durante el Mundial 2018. Y es que las actitudes machistas de algunos aficionados hacia las reporteras se estan convirtiendo en algo habitual.

La periodista María Gómez, que se encuentra en Rusia para la programación especial de Mediaset, no ha querido quedarse callada ante unos hechos tan inaceptables. Hace unos días, ella misma se convertía en la víctima mientras retransmitía desde una calle de Moscú una previa del partido de octavos de final entre España y la anfitriona. Fue entonces cuando, de golpe, un hombre se abalanzó sobre ella para darle un beso sin su permiso.


Tras este caso de acoso, María denunció lo ocurrido en una conexión en directo para el programa nocturno que presenta Nico Abad en BeMad: “Somos trabajadoras, no floreros ni muñequitas. Somos profesionales y pedimos respeto”.
Días después, tras la derrota de España contra Rusia, la periodista tuvo que pararle los pies a otro aficionado. “Me decías que a ti te parece que el culpable está fuera del equipo. Hablabas de Rubiales”, preguntaba María.“¿Cómo te llamas, guapa?”, le decía el aficionado. “María, pero lo de guapa no hace falta. María, periodista, cuéntame”, le espetaba Gómez.


Acoso a una reportera colombiana

Julieth González Therán era una de las reporteras que se encontraba en la ciudad de Saransk para retransmitir las reacciones de los aficionados ante el partido Colombia-Japón de la fase de grupos. La periodista colombiana estaba en plena retransmisión en directo para el canal de noticias en español de la cadena alemana Deutsche Welle cuando fueacosada por un hombre.

El aficionado se le acercó por su lado izquierdo, la agarró firmemente con ambos brazos y le dio un beso en la mejilla sin su consentimiento. El hombre, además, también le tocó uno de sus pechos, protagonizando así una repudiable escena.




Acoso a una reportera brasileña

Julia Guimaraes, una periodista del programa brasileño ‘Globo Esporte’, se vio obligada a enfrentarse a un aficionado que intentó besarla mientras se preparaba para una conexión antes del partido entre Japón y Senegal.

“¡No hagas eso! No vuelvas a hacerlo, ¿vale? No te he dado permiso para hacer eso. Respeta”, le espetó Guimaraes. “No lo hagas, no se lo hagas nunca a ninguna mujer”, añadió.



Fuente: Mundo   Deportivo

lunes, 2 de julio de 2018

Alquiler de vientres: Arrestan en un “piso granja” de Camboya a 3 intermediarios y 37 mujeres

Algunas de las “madres sustitutas” camboyanas arrestadas. 
Segun ha informado Khmer Times la Policía Municipal de Phnom Penh ha arrestado a 40 personas relacionadas con la practica del alquiler de vientres o maternidad subrogada como eufemisticamente se conoce en Europa.

Los arrestados fueron enviados a la Oficina de Lucha contra la Trata de Personas para ser interrogados. El jueves 21 de junio, la policía allanó una casa en el distrito de Russey Keo y detuvo a un hombre chino, a otros dos intermediarios y a 37 mujeres.

El intermediario chino fue identificado como Liu Qiang, de 49 años, pero los otros dos intermediarios y las 37 madres sustitutas aún no han sido identificados. La policía confiscó una camioneta, un automóvil y una motocicleta.

Camboya prohibió esta practica a través de una instrucción del ministro de Salud camboyano, Mam Bunheng, para frenar a la industria que busca potenciales padres de todo el mundo. También el ministro de Justicia, Ang Vong Vathana, se había expresado en su dia a favor de prohibir la práctica, tachándola de “comercio humano”.

Organizaciones españolas contrarias al alquiler de vientres han pedido que las futuras madres sean protegidas y tratarlas como víctimas de trata gestacional.

Madres de Alquiler Indias hablan del dolor de entregar a sus criaturas

a India es conocida como el hub mundial de la maternidad subrogada, donde las parejas infértiles, muchas de ellas procedentes de la otra parte del globo, acuden a alquilar un vientre. En los últimos años, la ciudad meridional de Chennai se ha convertido en uno de los centros más importantes, con más de una docena de hospitales que realizan el procedimiento y más de 150 madres de alquiler.

La mayoría de las madres de alquiler son mujeres procedentes de familias pobres que participan en esta actividad por dinero. Generalmente se cree que esta “transacción” es puramente comercial, pero tres madres de alquiler han narrado a la BBC sobre los vínculos emocionales que desarrollaron con los bebés que llevaron en su seno durante nueve meses y el dolor que sintieron una vez que el cordón umbilical se cortó.
Traducción: Stop Vientres de Alquiler


S Sumathi, de 38 años, madre de cuatro




Vivo en un barrio pobre de la zona Vyasarpadi de Madrás y vengo de una familia muy pobre. Mi marido es conductor de bicitaxi y gana alrededor de 8.000 rupias (103€) al mes. Yo trabajo en una fábrica de bolsas de cuero. Gano 6.000 rupias (78€) mensuales.

Hace siete años mi familia estaba pasando una situación difícil, habíamos pedido prestado a varias personas 100.000 rupias (1.296€), para pagar la matrícula escolar de nuestros niñxs, y teníamos que saldar estas deudas.

Un día, me encontré con un hombre que trabajaba como agente para una clínica de maternidad subrogada. Me dijo que podría ganar 200.000 rupias (2.500 €) siendo madre de alquiler. Yo conocía a otras dos mujeres de mi barrio que habían sido madres de alquiler, así que accedí.

Pensé, tengo cuatro hijxs, y ahora puedo ayudar a alguien que no puede tener ninguno. Pensé en lo horrible que sería si mi hija no pudiera tener hijxs. Creo que todo el mundo debería tener bebés y quería ayudar.

Nunca conocí a los verdaderos padres, ni supe quiénes eran. Estaba bajo sedación cuando sacaron al bebé. Nunca lo miré. No tengo ni idea de si es blanco o negro, si es Indio o extranjero, ni siquiera sé si es un niño o una niña!

Cuando recuperé la conciencia, mis primeras palabras a mi marido fueron, -”¿Viste el bebé? ¿Es un chico o una chica?”. Dijo que no lo había visto. Le pregunté a mi médico, pero ella no me respondió. – “Usted es una madre de alquiler, usted no debería hacer estas preguntas”- dijo. Pero quiero saber sobre el bebé. Quiero saber donde está, y lo que está estudiando.

Durante tres mese, después de dar a luz, pasé muchas noches sin dormir, tenía dolores de cabeza pensando en el bebé y tenía que tomar medicamentos para tranquilizarme.

Cada año, el 4 de noviembre, el día que nació el bebé, nuestra familia celebra su cumpleaños. Hago todos los rituales que realizo para mis otros hijos.

Ayuno por la mañana, cocino payasam (arroz con leche) y lo comparto con mi familia y vecinos, y visito el templo para orar por el bienestar del bebé y desearle una larga vida.

Siempre me he preguntado si el bebé es como cualquiera de mis otros hijos. Realmente echo de menos al bebé y daría cualquier cosa por verle una vez. Yo sé que no es mio después de todo, pero sé que si lo hubiera visto, no lo hubiera entregado.

Espero que el bebé sea feliz y se encuentre bien donde quiera que esté.

Hablamos mucho sobre ello, nosotros lo llamamos Paapa o Kuzanthai (palabras de Tamil para referirse a bebé o niño) y, a veces, mi familia piensa que quizás habría sido más feliz con nosotros. Pero después, somos una familia pobre viviendo una situación difícil, pensamos que tal vez el bebé está mejor con una familia más rica.

Anandi Chelappan, de 34 años, madre de dos




Yo trabajo en una tienda en la que gano 150 rupias (1.94€) al día. Mi marido trabaja como pintor, haciendo trabajos de pintura en casas de la gente, con un salario diario de 500 rupias (6.4€). Tengo dos hijos – un niño de 11, y una niña de 10.

Hace siete años nos arruinamos. Mi marido estuvo enfermo por un tiempo y tuvimos que pedir prestado 150.000 rupias (1.900€) a amigos, familiares y vecinos, sobre todo para pagar el alquiler.

Cuando propuse a mi marido que podía ganar 200.000 rupias (2.500 €) por hacer de madre de alquiler, se enfadó, pensó que iba a hacer algo inmoral. Pero luego, cuando le explicaron el procedimiento, él lo entendió y estuvo de acuerdo.

Mientras estaba en la maternidad, a mi familia se le permitió visitarme sólo una vez al mes y esto fue muy duro para mí. Me habían advertido de que pasara lo que pasara en mi casa, no podía salir de allí para ir a casa, por suerte no pasó nada fuera de lo normal.

Mi hijo tenía sólo cuatro años en ese momento y me preguntó si iba a tener un bebé. Le dije que estaba enferma y por eso mi estómago estaba hinchado y tenía que estar ingresada en el hospital para recibir tratamiento.

Mi hijo se creyó la historia, pero si hubiera sido mi hija, ella me habría hecho un montón de preguntas. Ella es muy curiosa, pero gracias a Dios, ella tenía sólo tres años y por lo tanto era muy jóven para darse cuenta de lo que pasaba.

Nunca vi al bebé después de su nacimiento. Le dije al doctor que quería verle, al menos una vez. Pero ella me dijo: “No, te hará sentir culpable”. Durante el primer mes, lloré mucho, y mi marido me recordaba una y otra vez “no es nuestro bebé, pertenece a otros, hicimos esto por dinero”.

Yo entiendo que el niño pertenece a sus padres y que yo sólo estaba alquilando mi vientre, pero ya que lo llevé durante nueve meses, pienso que hubiera sido bueno conocer a los padres. No quiero relacionarme con el bebé, sólo quiero verlo en la distancia. Pero ya no se habla sobre el bebé en casa.

Con el dinero que gané logramos pagar todas nuestras deudas y alquilamos una casa por un periodo largo, pero el contrato de arrendamiento se agota el próximo año y estoy pensando en ser madre sustituta por segunda vez.

Por supuesto, mis hijos son mayores ahora y no pueden engañarles de nuevo. Así que voy a decirles que es nuestro hijo. ¿Qué pasará cuando el bebé nazca y se lo lleven? Voy a cruzar ese puente cuando llegue a él.

Jothi Lakshmi, de 30 años, madre de tres niños, 12, 10 y 7 años




Yo trabajo en una fábrica y gano 3.500 rupias (45€) al mes. Mi marido es conductor de bicitaxi y gana 5.000 rupias (65€) al mes.

En 2008, mi marido se fue de casa después de una pelea y se hizo imposible para mí incluso alimentar a mis hijos.

Anteriormente, había donado óvulos a una clínica de fertilidad, así que decidí hacerlo de nuevo para sacar algo de dinero, pero entonces el médico me preguntó si quería ser madre sustituta.

Mi madre y mi suegra no estaban convencidas, y no me hablaron durante todo el embarazo.

Nunca puse los ojos en el bebé y creo que tal vez fue lo mejor ya que si lo hubiera visto, me habría sentido muy culpable por entregarlo.

Fue muy difícil, había sentido los movimientos del bebé en mi vientre, me sentí unida a él, y no pude verlo. Simplemente desapareció. Durante cerca de dos o tres años, me sentí muy mal y perdí mucho peso. Pero ahora no quiero verlo. En casa, no hablamos sobre ello. Incluso desanimo a mi marido de hablar de este tema, porque sé que el bebé pertenece a otra persona. He hecho las paces conmigo misma.

sábado, 10 de marzo de 2018

Once casos sangrantes en que los hombres borraron de la historia a mujeres excepcionales

martes, 13 de febrero de 2018

Preparando la huelga del 8 de marzo


El 8 de Marzo: Reivindicación por la igualdad con convocatoria de huelga

5.200 mujeres periodistas respaldan la huelga del 8 de marzo





El día ocho de marzo haremos una huelga
con todas las mujeres, la calle será nuestra.
Abuelas, estudiantes, hetero, trans, bolleras,

diversas y migrantes vamos juntas a la huelga.

Oli y ola, la huelga vencerá,
es la huelga feminista, es la huelga feminista
Oli y ola, la huelga general.
Este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar.


Los recursos de la Tierra están hechos una mierda.
Ellos practican la usura, pa nosotras la basura.
Pararemos el consumo que deja pobreza y humo
porque somos feministas anticapitalistas.

Oli y ola, la huelga vencerá,
es la huelga feminista, es la huelga feminista
Oli y ola, la huelga general.
Este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar.


Si cualquiera en la familia hoy quiere comer tortilla
ó le duele la barrig, es la menda quien concilia.
Pararemos los cuidados, mazo de horas de trabajo.
A ver si te enteras pollo que sin ellos vas al hoyo.

Oli y ola, la huelga vencerá,
es la huelga feminista, es la huelga feminista
Oli y ola, la huelga general.
Este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar.


Cuando al fin tengo un empleo es precario y está lejos.
Gano la mitad del sueldo que gana mi compañero.
El ocho no voy al curro, a la Uni, al instituto,
no limpio ni gasto un duro, sin nosotras para el mundo.

Oli y ola, la huelga vencerá,
es la huelga feminista, es la huelga feminista
Oli y ola, la huelga general.

Este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar.

Violaciones, malos tratos, acosos sin disimulo, 
Insultos y vejaciones. ¡No me toques más el culo!
Pararemos la violencia, no queremos ni una menos.
Nuestros cuerpos no son suyos y es que vivas nos queremos.

Oli y ola, la huelga vencerá,
es la huelga feminista, es la huelga feminista
Oli y ola, la huelga general.
Este mundo no nos gusta y lo vamos a cambiar.

domingo, 21 de enero de 2018

"El ácido nos ha arruinado la cara, pero no nuestra felicidad ni nuestros sueños"



Ritu Saini tenía 16 años cuando fue atacada por su primo como venganza por rechazar su propuesta de matrimonio. El ácido corrosivo derritió su nariz y su ojo izquierdo. Mientras el líquido le corría por las mejillas y el cuello, su piel se iba arrugando poco a poco. Recuerda la sensación de ardor incomprensible y la imposibilidad de ver nada. Mientras se retorcía de dolor en medio de una concurrida carretera en Rohtak, donde el ataque había ocurrido a plena luz del día, la gente pasaba y miraba, pero nadie acudía a ayudarle. Tras permanecer dos meses ingresada en el hospital le dieron el alta, pero se recluyó en casa durante un año. “Sentía dolor y mucha vergüenza, no quería que la gente me viera”, cuenta.

A Rupa Saa le atacó su madrastra. Ella tenía su propio hijo y no aceptó que fuera parte de su misma familia después de casarse. Rupa recuerda con exactitud el momento del ataque, así lo explica para el documental ‘We are survivors, not victims’: “Eran las dos y media de la madrugada. No había electricidad en el pueblo y estaba todo muy oscuro. Cuando el ácido cayó por mi cara me desperté pensando que estaba lloviendo. Empecé a gritar, mi visión estaba borrosa y empezó a oler mal, como a quemado. Mi cara ardía como el infierno y solo deseaba poder ir a algún lugar frío.”

Las historias de Ritu y Rupa no sólo tienen en común los ataques. Para ellas todo cambió cuando descubrieron la organización Chhanv Foundation, su campaña Stop Acid Attacks y de esta manera la oportunidad de trabajar de cara al público en una cafetería llamada Sheroes Hangout. Así rompieron las barreras del ostracismo al que son condenadas en una sociedad que les repudia y les culpa, recuperaron su autoestima y, sobre todo, su sonrisa. Ahora son supervivientes, no víctimas, y no dudan en recalcarlo una y otra vez para reafirmarse en su convicción y que el mundo sepa que continúan con ganas de vivir y de luchar para que estos casos no sigan repitiéndose. Según datos de la organización, India es uno de los tres países junto con Camboya y Bangladesh donde ocurren más ataques con ácido, la mayoría de veces por disputas económicas o rechazos sentimentales.

La cafetería Sheroes Hangout se encuentra en la turística ciudad de Agra, cerca del Taj Mahal. ‘She-heroes hangout’ significa ‘lugar de reunión de las heroínas’, y ese es precisamente el objetivo del pequeño establecimiento: reunir a supervivientes para que se conozcan, reúnan fuerzas y salgan adelante juntas realizando charlas y talleres, al mismo tiempo que logran ser independientes económicamente y volver a adentrarse en el mundo laboral, algo especialmente difícil tras los ataques de ácido. “La idea es que aprendan el funcionamiento de la cafetería para que si quieren, abran otra en sus ciudades” explica Alok Dixit, fundador de la organización Chhanv. De hecho, ya existen dos cafeterías más en otras ciudades de India.


Al entrar huele a chai, la paz inunda los sentidos y los ojos de los visitantes recorren, curiosos, el establecimiento. Está pintado de colores vivos y sus paredes repletas de dibujos y de fotografías de las supervivientes. Hay libros, llaveros y postales a la venta para apoyar el proyecto. La música tradicional acompaña el ambiente y mientras la gente espera su comida sentada en sus sillones de mimbre, una gran estantería repleta de libros de viajes, novelas y teoría feminista esperan a ser leídos. Tras descubrir los platos que carta esconde, se paga la voluntad, pues el precio no está establecido.

“Después de unirnos a la campaña de Stop Acid Attacks la vida comenzó de nuevo para nosotras. Antes nos encerrábamos en casa, todo el día pensando en lo que había pasado. Ahora tenemos una nueva vida. Fuerza para vivir. Solíamos pensar que preferíamos haber muerto, pero ahora queremos vivir. La gente viene, habla con nosotras, hemos hecho muchos amigos en la cafetería. Ya no tenemos miedo de que nos pase algo malo, porque la realidad es que ya nos ha ocurrido. Ahora solo pueden venir cosas mejores. No podemos dejar que mueran nuestros sueños ni nuestra felicidad. Ahora somos luchadoras, no víctimas” sentencian las supervivientes.

Fácil acceso al ácido

Según la organización Stop Acid Attacks existen entre 250 y 300 ataques de ácido en India cada año, aunque es difícil contabilizarlas por la falta de datos oficiales. Tras varias manifestaciones y una gran campaña de la organización, en 2013 el Tribunal Supremo tipificó como delito estos ataques, endureció la regulación para la venta de sustancias químicas y obligó a los gobiernos estatales a compensar a todas las víctimas con 300.000 rupias (4000 euros). Medidas que a pie de calle son papel mojado ya que el 80% de las supervivientes no reciben la cantidad compensatoria, tal como afirma la organización Make Love Not Scars. La impunidad sigue imperando y el ácido continúa siendo accesible y barato, tanto como 25 céntimos de euro.

Contra el ostracismo y el concepto de belleza

Los ataques de ácido son premeditados y buscan satisfacer deseos de venganza. En la mayoría de los casos se provoca un estigma y una humillación de por vida. “No quieren matarte, quieren hacerte tan fea que nadie te quiera”, explica Saini. Las supervivientes han sabido sortear la trampa en la que sus atacantes querían que cayesen, y han decidido seguir con sus vidas sin miedo, sin vergüenza, y tras varias operaciones, aceptando su nuevo aspecto. “La belleza exterior es momentánea. Siento que ser hermoso por dentro es lo importante, dura toda la vida. Piénsalo, incluso el hombre que me atacó con ácido era bello en el exterior”.

Fuente: Público